viernes, 18 de noviembre de 2011

Los residuos y el reciclado. Integracion de los cartoneros.

Los residuos y el reciclado. Integracion de los cartoneros.

El tema de los residuos un problema más social que ambiental.
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.
El debate por el reciclado en la argentina lleva más de 140 años de esquivar el tema. Allá por 1870 las empresas le pagaban a la ciudad para poder levantar los residuos y aprovechar lo que de ella servía. La existencia de los Chifoniers y de los Cirujas, inicio los reclamos de las empresas, que terminaron unos años más tarde, cobrándole a la ciudad para hacer el trabajo. Si hubieran incluido en el sistema de recolección de residuos a los que desde siempre la aprovechaban, otro gallo cantaría en la Argentina. Pasan las décadas y siempre aparecen los cirujas, los de la Quema. Los botelleros, en la década de los 60,  vociferaban, por las calles porteñas, como no lo hacen los cartoneros, todo un cambio de época, ellos intermediaban recogiendo de los vecinos, lo que ya no usaban y se lo vendían a las empresas. Hoy el estado paga por la actividad a los cartoneros cooperativizados unos 900 pesos de “incentivos” por mes. Eso supera lo que los propios cartoneros juntan. Y esta bien que pague la actividad que realizan los cartoneros. Lo curioso es quien lo paga, lo paga el MACRISMO de plata de los vecinos de la ciudad. Es obvio que la actividad del reciclado es necesaria. Es un trabajo que debe pagarse en las mismas condiciones de contrato que tiene cualquier barrendero o recolector de residuos amparado bajo el convenio de MOYANO. Pero la pregunta que no se debate es quien debe pagar esa  cuenta que hasta hoy en dia  esta a cargo del presupuesto porteño, pagado por los vecinos.
Todas las cargas sociales del recupero de residuos deben ser distribuidas entre diferentes actores a) las empresas generadoras del residuo. b) las empresas que compran el material recuperable porque es materia prima de su sistema industrial c) los vecinos a través del ABL deberían hacerse cargo solo de la parte de limpieza del recorrido de calle de barrenderos, ya que es la única que es responsabilidad de los mismos ciudadanos. Hoy en día el único actor que pone plata para pagar todo el sistema de limpieza de la ciudad somos los vecinos.   “Somos los vecinos de la ciudad los que generamos las miles de toneladas diarias de residuos”-como les gusta decir a los funcionarios y a las empresas- como encubriendo a los verdaderos responsables- ya que los ciudadanos somos meros intermediarios, solo se nos puede achacar el costo del barrido callejero. De la recolección y de lo que sacamos todas las noches de nuestras casas de esa parte de los residuos no somos los generadores sino meros intermediarios, lo que tiramos son los restos de los envases que generan las empresas. Eso no se dice en los grandes debates aun que aparece en la ley de Basura CERO, las empresas generan residuos y no se hacen cargo de su disposición final, ni de las consecuencias contaminantes de lo que producen. Así como afirma el Investigador Raúl Néstor Álvarez el presupuesto de higiene urbana es un gigantesco subsidio pagado por los ciudadanos a las empresas que trabajan levantando los residuos. Encubriendo a los que no pagan un peso y peor aun  socializan (distribuyen en toda la sociedad) el costo de lo que no se hacen cargo de lo que generan, su residuo. Por ejemplo la compañía x produce un envase que no recupera… entonces lo descarta, la empresa no se hace cargo de lo que genera, el vecino es un mera pasa manos, llega a su casa consume el producto y lo descarta por la noche. ¿Quién paga por todo ese costo  que es juntarlo reciclarlo, o descartarlo? La ciudadanía el presupuesto de la ciudad. La empresa cobro por el envase que tira pero no se hace cargo del residuo que genera.
El presupuesto de higiene urbana a gusto de las empresas recolectoras de residuos, tiende siempre a quedarse con el 10% del presupuesto total de la ciudad, esto incluye barrido recolección traslado enterramiento, mantenimiento del relleno sanitario. De esa masa de plata un porcentaje de un tercio es lo que efectivamente cobran los trabajadores, los 5000 empleados de las empresas de residuos, adscriptos al convenio colectivo de trabajo del gremio de camioneros. Esto ronda un tercio del presupuesto que cobran las empresas. El resto los otros dos tercios se distribuyen entre gastos operativos ganancias e impuestos que pagan las empresas.
Todo esto es plata que pagan los vecinos. A la hora de ahorrar en el presupuesto habría que poner el ojo en la tasa de ganancias de las empresas. Y a quien se le carga el gasto de limpieza y recolección tratamiento de recupero y destino final.  No se les cobra a las empresas que generan los residuos. Lo que se llama  “la responsabilidad del generador” está prevista en la ley de Basura CERO, pero no implementada.
Después del desalojo que el Macrismo realizo de acampe de protesta en Pampa y la Vía en Febrero de 2008, protesta llevada adelante por cartoneros independientes, no cooperativizados, los mismos que le habían ganado a TBA los trenes allá por el año 96/97, aquellos que dicen algunos “que no están organizados” (léase que no se organizan de manera que algunos se puedan aprovechar de la manera en que se organizan). Imposible es no estar organizados y sacarle a TBA tres o más frecuencias diarias de trenes. La presión de este sector independiente frente al retiro bestial, sin anestesia, del tren. Sin ningún tipo de alternativa que contemple el trabajo licito que se venía desarrollando por años sin consideración alguna respecto a la manera en que sostenían una subsistencia miles de argentinos que de no ser por esta actividad estaban condenados a ser los nuevos desaparecidos económicos… Los llevo a tomar las plazas de la ciudad y ante eso la ciudad llego una noche con la oferta carísima en comparación con el tren. El sistema  de los camiones. Este golpe de efecto permitió de la noche a la mañana desarticular  toda una estrategia de resistencia que había colocado a los cartoneros como la prueba viviente de la crisis del sistema económico político neoliberal. Pero a la vez como la prueba de la capacidad de organización y de resistencia a esos planes del neoliberalismo que consideraba desaparecidos económicos a los excluidos sociales. Ante una opinión pública que los contenía a los cartoneros como habían contenido a los botelleros, pero ante una bestial opinión publicada que los consideraba “ejercito de la noche” sujetos carentes de todo derecho, que ni derecho a revisar la basura tenían para algunos. Por otra parte para la industria era la primera vez junto con los costureros que podían tener población trabajando en el circuito industrial sin derechos como acostumbraba el campo a tener a los peones en las cosechas. Claro que había y hay diferencias…las cosechas son estacionales duran un par de meses,  los costureros es una actividad a puertas cerradas ilegal y clandestina, los cartoneros era algo que sucede a la vista de todos los que quieran verlo, y con presupuesto público la cosecha de materiales recuperables, paga mucho mejor (que no es mucho) que lo que se paga por las cosechas del campo y dura todo el año!!! La opinión publicada que despierta el enojo de los ciudadanos por que los cartoneros rompen la bolsa de basura y dejan todo sucio es completamente funcional a la masa económica de publicidad que vuelcan a las empresas periodísticas tanto el Ceamse como las empresas de recolección de residuos. El reciclado no tiene quien lo publicite por un complejo entramado de grandes disimuladores.
El sistema de camiones originalmente era, hasta el macrismo, un sistema marginal en el sistema de recolección de residuos recuperables, cubrían solo el área del micro y macro centro, (el resto de la ciudad eran cubierto por los trenes y por las carretas tiradas a caballo). Y en los primero planes piloto de la ciudad allá por el año 93/94 un sistema de recolección diferenciada de parte de las empresas debía recorrer la zona del Once con custodia policial. Porque otros sectores ya se consideraban con derechos en el área. Después alguna nota periodística describía el área de los camiones en el micro centro como un sistema que no estaba exento de alguna manera de un sistema de trabajo con permiso policial, daba a entender la nota. El complejo aparato policial debería ser investigado por su capacidad de articular todo una serie de sistemas de trabajos “ilegales” y “clandestinos” a la luz pública y con paraguas permitido por sectores más poderosos.  Llama la atención en esta situación como se ve inmiscuido el juez de la Corte suprema Raúl Eugenio Zaffaroni, acusándolo  de algo contra lo cual lucho toda su vida. Por un alto dirigente de una organización señera en el tema de los oficios clandestinizados sin derechos. También llama la atención los controles a los camiones que no estaban en el sistema legal de la ciudad por parte de los controles policiales que detenían a los camiones que siempre habían tenido acceso a la ciudad. Un investigador del conicet Joos Heintz califica en al sistema de cooperativas que implemento el macrismo como “un sistema emparentado al de la mita y yaconazgo que existía durante la era colonial, el  sistema de “encomienda de población” a unos caciques que se hacían cargo de esa población”. 
El manejo económico de los subsidios implementado por el Macrismo, le sirvió para lavar la cara de quien había acusado “a los cartoneros de ladrones”  al llegar a la intendencia  diversifico su discurso persiguió a los cartoneros con la UCEP y los desestabilizo con el retiro del tren blanco, y mantuvo por años a los cartoneros con la creencia que se terminaba el sistema de camiones. Mientras a las cooperativas que aceptaban sus condiciones las blanqueo y les aporta este incentivo de 900 $. Realizo un censo donde considero que había 5000 cartoneros y el sector coperativizado , comenzó a disputarse entre sí las ventajas que reparte la ciudad que son además de los subsidios la entrega a las cooperativas de los grandes generadores de residuos, esto es una suerte de “Cuota Hilton” del reciclado. Los mayores productores de residuos recuperables son distribuidos entre cooperativas los beneficios logrados, los paga la ciudad o sea los vecinos. En detrimento del recolector independiente que vio empobrecido su recorrido.
Así de esta manera, las empresas que generan los residuos así como las empresas que compran el material reciclado, que lo usan como materia prima, porque eso son estos trabajadores llamados “excluidos” recolectores de materia prima para un circuito industrial, que no se hacen cargo de pagar ninguno de los derechos sociales que les corresponde.  Esos dos grupos de empresa socializan a cargo de toda la ciudad y los ciudadanos los derechos merecidos que tienen los cartoneros como trabajadores, otra vez el termino de socialización  se distribuye en toda la sociedad cuando deberían hacerse cargo las empresas, tanto las que producen el residuo como las que lo reaprovechan, o lo exportan. Este fue la estrategia del macrismo y su gran logro salvar a las empresas de pagar lo que corresponde, lavándose la cara de malo, incluyendo a las cooperativas de cartoneros que acceden al reparto, mientras que los independientes ven empeorados los recorridos que hacen, porque los grandes generadores de residuos entregan sus residuos ricos a las cooperativas en detrimento del recorrido que antes se distribuía por igual a los que llegaban primero. Este proceso no es responsabilidad de las cooperativas, ellas solo fueron un eslabón en el manejo de mega ingeniería de negocios donde como parte lograron muchas ventajas comparadas con anteriores gestiones. Pero políticamente faltaron miradas englobadoras donde se pusiera el ojo del poder político en quienes están pagando el pato de la boda y quienes están dejando de pagarlo.
Quienes son los responsables de todo este entramado… el ceamse , el lobby de empresas que viven de los presupuestos porteños de recolección de residuos fíjense que lo primero que se hace es compactar los residuos… arruinando su utilidad. Graciela Gerola Atilio Savino como ideólogos  continuador mero administrador de una estructura que no creo, Hurst.  Velazco que alento la ley de "basura cero" implemento un sistema de centros verdes, que compiten con lo que ya se juntaba por toda una red de  corralones privados que permanecen en negro o a la media sombra que son los que alimentan a las empresas. Greenpeace que vino a promover la ley de Basura cero que evito reconocer el trabajo de reciclado que ya se realizaba y que abrió las puertas a  que se ofrezcan tecnologías de   punta que siempre encuentran políticos que quieren demostrar mas modernidad que solución a los problemas de fondo. La indiferencia ciudadana inducida a quien se le niega información de cómo se manejan los presupuestos, los negocios, y los problemas, y se los presenta a la ciudadanía una vez que están atados todos los cabos sueltos.                
 
Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.

Cuando el sol pone a los pibes
delantales de aprender,
él aprende cuánto cero
le quedaba por saber.
Y a su madre mira,
yira que te yira,
pero no la quiere ver.

Cada aurora, en la basura,
con un pan y un tallarín,
se fabrica un barrilete
para irse ¡y sigue aquí!
Es un hombre extraño,
niño de mil años,
que por dentro le enreda el piolín.

Chiquilín,
dame un ramo de voz,
así salgo a vender
mis vergüenzas en flor.
Baleáme con tres rosas
que duelan a cuenta
del hambre que no te entendí,
Chiquilín.

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